Entre Álamos
La
tarde entre colores palidece
envuelta
en brumas y con dulce calma
va
impregnando de ternura el alma
y
pena al corazón que languidece.
El
Alhama, con susurro sollozante,
acrecienta
sin saber esta agonía,
y
el plomizo cielo, con su lejanía
acentúa
mi retiro en este instante.
Canta
el cárabo anunciando la noche.
Unas
campanas se oyen a lo lejos.
Miles
de estrellas, al día ponen broche.
Y
la luna al amor da su consejo.
Recojo
de mi vida los pedazos
que
sembré en el campo en esta tarde fría,
regreso…,
llevándome entre los brazos,
la
dulce carga de la melancolía.
Inestrillas,
27 de noviembre de 2016
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