IDEAS AL FUEGO
Frente al fogón del hogar,
a llamas encendidas de rojo
arrojo pensamientos inútiles,
caducos deseos deshechos,
proyectos rotos en el tiempo.
El fuego de quemar ideas
espera encendido, comprende,
acoge con manos abiertas
pasados apetitos sobrantes,
despechos venidos a menos.
Pensaba hacer tantas cosas,
casi todas para el día siguiente,
en otra ocasión más calmada,
exceso de optimismo ingenuo,
engaño que uno mismo cree.
Mis previstos sin decir nada
humo blanco de esperanza
se desentienden disueltos
en alientos deformes alejados
agonizantes en un ocaso de cielo.
ilusiones sin dueño,
hojas al viento sin árbol,
lejos nómadas del alma
con despedida sin retorno.
Bajo las cenizas rescoldos ,
recapacito, rebobino hilos
reviven distintos enfoques
ideas nómadas van y vienen
de negro a sombras claras.
Descartado hoy, quién sabe
si empeñar un nuevo intento
mañana sirve puesto al día
mientras se mantenga lejos
del fuego de quemar deseos.
José Mª Fdez. Lozano (Arte
conceptual)
GUERRAS DEL HAMBRE
Se
desenvolvían en el ultramar,
húmedo color
profundo,
entre
abrazos de algas,
arenas
desgastadas blancas,
y
escondrijos a la vista velados.
En sus ojos
redondos vivos
luz abierta
en panorama,
contracción
rítmica pausada
de amigo
confiado en su salsa.
En tertulia
invitados al convite
sombreros
plateados ovalados
y saludos en
un jardín de abanicos.
Nudos de
ahogar prietos, sin embargo,
descienden
de quillas arqueadas,
pintadas de
colores vivos,
atraviesan
olas de brillo
y espumas
vestidas de piel mojada.
Hilvanadas
ramas de selva
abren
espacios de oferta,
ofensiva,
caramelos de lluvia fina
hacia calas,
espejismo de recreo.
Banco de
incautos atraídos
tras un
reclamo engañoso
dan la
vuelta, cogen un desvío,
la red
acorrala, el cebo engancha.
El despertar
en lonjas de subasta
con desmenuzados
de hielo frío,
deriva de
las guerras del hambre,
el grande al
pequeño, el ágil al torpe
corderos al
matadero.
Y en la
plaza de mentideros,
espadas
envainadas,
redes
escondidas, venta, fiesta
y contorneo de gusanos verdes.
José Mª Fdez. Lozano (Arte conceptual)
QUÉ TENDRÁ LA LUNA
Siendo la
misma,
la de andar
entre desvanes,
tejados del
firmamento
al escondite
juega,
a carcajadas
ríe, se oculta, da la espalda.
Coqueta ella
se pinta de rojo
con polvos
de niebla húmeda
o abultada
de papos, rubor de fresa
a estallar
entre jambas de ramas
y dinteles
nubes de ventanas.
A veces
semblante serio pálido,
color hueso
carcomido de sabuesos,
sin pareja,
juego solitario, sola
a paso lento
de mente ida
que rueda
entre olas,
galleta
mojada en la taza del horizonte.
¡Qué tendrá la
luna!
Diosa
cercana, inspiradora de amores,
de curiosos
pensadores,
roto el
esquema, el espejo
donde se mira el gato y estira el ajo.
Mariposa de ala blanca
con calados
de paja
te canta el
croar de la rana,
el juglar
música profana,
el poeta
rima de palabras,
dale cuerpo
de una vez a esa cabeza
para ver si
eres querida o amante,
de tertulia
o de lecho,
un amigo para compartir
o amiga para contar secretos. Óleo 60X60 y poema de
José M.ª Fdez. Lozano (Arte conceptual)
NACER DE UNA RAMA
De la sabia de una rama naciste
con raíces prendidas en suelo firme,
dama con el tiempo, de vestido largo
enamorada en tu tiempo importante
para ti, tu época de atender y atenderte,
tiempo de semillas, flores a tu cargo,
regadas a tiempo con tu tiempo
y la fuerza de tus deseos.
Si la oportunidad de nacer
hubiera estado en otra rama
que con dudas se tambaleaba
por el capricho del viento y el momento,
conviene, es oportuno, podan los brotes,
te echan, escombro al hoyo y no naciste.
Cerraron tus ojos, te condenaron a tinieblas,
quitaron tu potencial de enamorarte,
no llevarás vestido largo y a tus flores
negaron la vida, lo que más vale.
Otras ramas, en otras familias
los niños juegan, disfrutan su edad,
comparten tus deseos desechados,
tus posibles amores, paseos en el parque,
abrazos al agua, robaron tu tiempo.
En los tristes días de luz y noches de sombra
pisaron tus yemas nacientes,
holladas, porque al pasar estorbaban,
poda a dedo, sentenciada a los vertidos del olvido,
tiempo sin amigos, jardinero
que suprime maleza embarazosa.
Tu sonrisa ovalada, abierta, brillo de estrellas,
no cuajará con tu mirada adelante
ni tu belleza se reflejará en un estanque
acompañada de posibles amantes.
Historia de sueños en el vientre,
calor de alas, que se comió la muerte,
prematuramente, eternamente,
crucificaron tu vida, cancelaron tu vuelo
sin preguntarte ni por un instante.
De tus restos secos aventados al viento
nadie se acordará, pasarán con el tiempo,
un corte de tijera a penas visto, ligero
y tú ya no cuentas, ni tu vestido largo
ni tu sonrisa abierta cuando tu corazón
en caliente, con esperanza de luz, aún latía.
!No hay que tocar los huevos¡ Se entecan.
Cuando la vida llame a la puerta
dejar que pase la cigüeña
y con un beso, que empiece su tiempo.
Escultura 40X40X120 y poema de
José M.ª Fdez. Lozano (Arte conceptual)
EN EL VALLE DEL ALHAMA (égloga)
Me enfurece la codicia
por derrotas ignoradas,
los bramadores cierzos,
las crecidas del Alhama;
las encintadas orillas
vestidas de campanillas,
el nogal desmesurado
de este valle afortunado,
tranquilo he disfrutado
los encantadores campos
del Alhama florecidos
por fragancias coronado.
Tú verde apacible calma
del Alhama entusiasmado,
más alegre que los prados
en primavera y verano;
de la plácida Inestrillas
que resonara en los labios
que revive entre mantillas
con mis inocentes cantos.
Estos valles solitarios
son verdaderos quebrantos,
y cuando mi larga sombra
peregrine con sus llantos,
será que estoy en mi barco
o tal vez abandonado,
o en los silenciosos astros,
o en los apacibles lagos.
Y en las tumbas quejumbrosas
de los pueblos más cercanos,
se evocarán muchas cosas
con desgarradores llantos
y frente a la triste tumba
en funerales cantos
dirá sollozando mi amor
aquí descansa Ricardo.
¡Mil veces fue venturoso!
¡otras tantas desdichado!
¡Mucho lo quisieron unos,
otros lo vilipendiaron!
|La perfidia fue constante
ceñida con otros abrazos!
Ricardo Lalinde López
EL PUNTO DE VISTA
Diálogo de colores,
verde, violeta, naranja,
sensaciones de armonía
deleitan distinto el gusto.
Emotivo punto de vista
para miradas de ternura,
para ojeadas crudas,
Favorito, educado, conveniente.
¿Qué prima en cada instante
la costumbre, el arraigo,
la creencia, el adoctrinamiento?
Lo que pienso correcto,
la discusión está servida,
la conciencia justifica,
la conclusión según se mire.
Remuerde, enreda, revuelve,
lo dicho se cuece, hierve,
martillea la tapa de cazuela,
consecuente dolor de cabeza.
Curiosidad, el porqué del niño,
cómo se hace la pregunta,
encauza la respuesta,
filosofía de andar por casa.
Los pensamientos en cascada
se evaporan, mojan, salpican,
de posible a cierto, un cuento,
arriesgado casar el argumento.
Cada día amanece un reto,
la pelota bota, pierde, gana,
suspiro de corazón en la mano
mientras delante haya alguien
que con motivo o sin él
discrepe o siga la corriente
con suerte.
DE LA MANO
Como arco iris al cielo,
mi mano uno a la tuya,
fusionando vivencias
en este breve tiempo
arqueado espacio.
Todavía vela brillante
emites calor de llama
en el lago de tu cera fundida,
base disuelta que en mí conserva
viva tu memoria.
Te deslizaste al asiento del suelo,
pluma suelta de pájaro en vuelo,
de todo a nada incomprensible,
mirada perdida en posibles
disipados arcos de nubes.
Tus cabellos traslúcidos,
paredes ante el azul celeste,
vestidos de opaco blanco,
se van de mi manos solas,
memorias que roba el viento.
Silencio en el entorno,
en el corazón luto amargo,
los pasos avanzan solos,
intercalan preguntas
de difícil respuesta.
En un amanece después
pervive presente la pena,
invierno solitario al raso,
sin hojas, sin ganas el árbol
mientras aguanta el alma
los tiempos de espera.
Cuadro al
óleo 60X60 y poema de
José M.ª Fdez. Lozano (Arte conceptual)
EL ALIENTO DE LA SUERTE
Soplaba alientos de boca
agitando entre las manos
unos bailarines dados
fortuna de parchís y oca.
Soplaba aullidos de lobo
y acercaba un amuleto
al despiadado poliedro
en aquel juego azaroso.
Soplaba mas no ganaba,
disputan pares y nones
en tachados y borrones,
rebeldes sus seis caras.
Soplaba con más ahínco
con energía de entraña
apremia hoy, no mañana
hasta decantar un cinco.
Por fin aire de suerte
el cinco panza arriba,
inició raudo la partida
la vida gana a la muerte.
Soplaba y soplaba,
la suerte a veces engaña,
el abuso vil patraña
con tres seises a casa.
José M.ª Fdez. Lozano (Arte conceptual)
CADA CUAL A SU AIRE
La voluntad impulsiva
de arroyo veloz desciende,
enciende saltos de espuma,
alas en desmadre banales
que condicionan decisiones.
A su aire el fondo brusco
de piedra, desliz de volcanes
repele saberes nuevos
de aprendices advenedizos
y convivientes de paso.
A su aire la arenisca de fondo
agradable a pie descalzo,
resbaladiza repele
el agarre firme y peligra
el equilibrio en el suelo.
A su aire, a corriente
vertebradas colas de sirena
en su avance desplazan
a los lados estorbos
ajenos, extraños intrusos.
A su aire una hoja suelta,
nueva en el barrio desciende
sin grandes pretensiones
con voluntad de entrega
sobre la superficie del agua.
El viento dominante manipula,
la espuma salpica insultos,
la corriente a una y otra orilla
se retuerce violenta, vapulea
el trato de paz deseado.
Con el devenir incierto
confunde el ritmo de paso,
giros, vueltas en redondo,las puertas no responden
remachadas con clavos.
Obligada, mojada, rasgada,
la recogen arbustos de orilla
en su remanso de raíces,
caritativo bálsamo y descansa
junto a otras poses del destino
como si estuviese a su aire,
como si hubiese nacido
allí mismo
a su aire
Cuadro al óleo 60X60 y poema de
José M.ª Fdez. Lozano (Arte conceptual
Apocado
intelecto,
el valer
demasiado bajo,
la
autoestima por los suelos
en lo
profundo del sentimiento.
Alrededor
brotan éxitos de moda,
pujanzas de
número, pilares erguidos,
altivos
éntasis de las columnatas griegas,
debajo bases
donde los charcos hacen aguas.
Cuarteado el
tronco, venas de esponja,
de las
grietas polvo de ceniza,
las
vestiduras dejan al desnudo
ropa
amontonada en el suelo.
Desgarros
del alma maltrecha
se asoman en
tiras al vertedero,
al desprecio
de alcantarillas
con desgaste
de escalinatas
pisadas por
la costumbre.
Los peldaños
de subir al día,
pan,
carpeta, herramienta,
encuentran
eslabones rotos,
falsos
descansos al precipicio,
cimas vacías
de hierba.
Por el
observador sensorial de claraboya
lágrimas de
fregona menguante,
cabelleras
escurridas mendigan
ocasiones
superfluas perdidas.
Su tránsito
de peaje peregrino
hace de
cojín mullido el asiento
para el
multiplicador de verbos,
don de
gentes, exigente pulpo,
de manos
rojas y bigotes largos.
Las sobras
desparramadas en manos,
se escapan
por estériles huecos,
ranuras
entre mimbres de cesta,
sin
solución, derroche y pena.
Desgarros del alma a las agujas
del tiempo
corto, la prisa exigente,
a la vez
sube, baja, vete, ven,atiende
a medias, lo
sabido hacer a enteras.
Hábitos,
látigos, falacias falsas
presionan la
cintura al ahogo
con
cinturones rígidos de cuero
y hebillas
al rojo, forjadas con rabia.
Mientras,
entre tóxicas escenas,
de humo
denso y desierto negro
el alma
indecisa sale, entra, boca abierta,
en espera de
que descampe la tormenta
y de la raíz
emerja sabia con hojas nuevas.
Lienzo al
óleo 30X80 y poema de
En un tintero con tinta negra
diluida entre nebulosas ciegas
la pluma del maestro impregna
su cálamo con futuras letras.
Las barbas del utensilio arriba
con sus cruzados ganchillos
enlazan la escritura con estilo,
como batutas rojas de esgrima.
Las escribe, criado obediente,
sobre un papel de color violeta
con olor intenso granulado fresa
apropiado al destino en suerte.
Como miel en labio el educado
absorbe gustoso la enseñanza,
celebra con saltos de danza,
sabios son maestro y enseñado.
José M.ª Fdez. Lozano (arte conceptual)
EL DESCENSO
Desde unas bocas con forma de copas,
humo de fuego salpican burbujas rojas,
mientras sus párpados rasgan vestiduras
vierten lágrimas encendidas por costuras,
y se asoman despacio, empuja la espalda,
al precipicio incauto de árboles y casas.
El descenso inicia lento por ladera,
salta al vacío de precipicio a ribera
silenciosa, papilla de bebé caliente
que por comisuras al babero vierte,
no importa si está limpio el parque
o recién asfaltada y
pulcra la calle.
El descenso arrasa, quema, desgarra
la ilusión de vida que puso el alma,
de racimos maduros sobre la mano
a caldo sucio escurrido de un trapo,
hervidero que chisporrotea chispas,
chirría el chisquero chillos de chicha.
El descenso en desbocada estela
atropella hierba, arbusto, maleza,
con pisada de elefante atemoriza,
su nariz de dragón humea ceniza,
se arrastra, reptil con boca abierta,
fauces de fuego que todo le entra.
El descenso como toda fruta caída
en la cabida de un hoyo termina
o si está cerca en el mar se hunde
y su andar de desprecio concluye,
se asustan atónitos, pobres peces,
un brasero en ascuas no quieren.
El descenso descansa rocoso, seco
cubierto con antifaz de polvo negro
oscuro porvenir, ceniza de horno
apagado, dentro quedan rescoldos
ocultos, íntimos, sangre de fuego,
borbotones de corazón
maltrecho.
El descenso, cuando el
desahogo
de empacho concluya su arrojo,
luto negro, lágrimas blancas,
las manos harán otra vez casas
hasta que otra fogata de mal genio
con temblores propios de un ebrio,
ponga a cada persona en vela,
la Tierra hasta su piel es dueña,
el hombre como hormiga hogareña
hará familia, camino, vivienda,
mientras
esta borrica, danzarina, lo permita.
Cuadro al óleo 60X60 y poema de
José M.ª Fdez. Lozano (Arte conceptual)
Día de la Madre
Galerías del alma
Antonio Machado
A DÓNDE ME ECHAN
Desde nubes convulsas, tiernas,
coloridas vibraciones al vacío
en parapente por espacios libres
se precipitan cascadas de vida
en jardines de arboleda verde,
desiertos despojados de arena,
acantilados resbaladizos de piedra.
¡A dónde me echan!
¡En dónde caigo!
Vicisitudes de cuadrante en el tiempo,
vuelo neutral de destino sin patria,
entre nimbos saturados de carga,
la lluvia elige su arroyo,
el pastor monte para el rebaño,
el labrador barbecho arado.
A la noche con venda en los ojos
tiempo prestado de latir sensaciones
con dolor suave de cabeza forzada
sigue un despertar alborotado
sorpresa de manos alzadas al cielo,
ojos en palco preferente de teatro,
sin testigos del acto representado.
¡A dónde me echan!
¡En dónde caigo!
Ondulada es la tierra con maná blanco
en picos de nieve junto a las alturas,
lisa en los arrozales húmedos, blandos,
acantonados en los llanos de costa,
entre picos y garras, ave de paso,
voy a la deriva donde me echen,
sin remedio al vientre que caiga.
Allá fértil, ricas las fachadas
de urbanizaciones con piscina,
allá pobre entre frágiles chabolas
sin asfalto, ni fuente a mano,
aterrizo al incógnito destino,
beduino errante a donde la suerte
acampe e instale para siempre.
¡A donde me echan!
¡En dónde caigo!
Cuando abra los ojos será tarde
sabré dónde me han echado
no valen lloros, ni llantos,
alegrías, disfrutes, fiestas,
donde caiga, caiga, es el sitio,
de ahí, época de encender fuego,
humo maleable, racha de viento,
ficha de ajedrez en movimiento,
donde desmonte esta vez de nuevo
será del amor mutuo deseo,
el lugar qué más da,
un habitante más.
José M.ª Fdez. Lozano (Arte conceptual)
Bonito poema de "𝐊atty O'Meara" escrito durante la pandemia.
Cuando la tormenta pase,
y se amansen los
caminos,
seremos sobrevivientes
de un naufragio
colectivo.
Con el corazón lloroso,
y el destino
bendecido,
nos sentiremos
dichosos
tan sólo por estar
vivos.
al primer desconocido,
y alabaremos la suerte
de conservar un amigo.
todo aquello que
perdimos,
y de una vez
aprenderemos
todo lo que no
aprendimos.
Ya no tendremos envidia,
pues todos habrán sufrido,
ya no tendremos
desidia,
seremos más compasivos.
Valdrá más lo que es de todos
que lo jamás
conseguido,
seremos más generosos
y mucho más comprometidos.
que significa estar
vivos,
sudaremos empatía
por quien está y quien
se ha ido.
que pedía en el
mercado,
del que no supimos su
nombre,
y siempre estuvo a tu
lado.
era Dios disfrazado,
nunca preguntaste el
nombre,
porque estabas
apurado.
𝐊atty O'Meara
A LA
NATIVIDAD DE LA VIRGEN (tiempos de pandemia)
¡Oh! Madre de las luces...,
altísima luz de esta tierra
de cuyos rayos inmensos
participa un rayo apenas;
causa de todas las causas
Madre de sabiduría inmensa,
que en la gloria de ti misma
sin principio ni fin reinas.
¿Cómo siendo Tú Madre, entre madres la más buena,
y de amor y de ternura tu alma toda hallarse llena
no salvar a tu pueblo del microbio que ahora acecha?
Tú que eres Reina adorada, tu favor divino imploro,
sé que nunca quieres perder de Inestrillas su tesoro
el caudal inagotable de creencias y decoro...
La flor de este entorno tan divino,
eres Tú, Madre, por
la que vivimos;
este año no hay
fiesta ni encierros,
ni bailables ni día
de dulces vinos;
este año solo hay
rezos y ruegos,
¡Duro es el sendero
del destino!
Pues la epidemia
nos tiene presos
y la parca, acecha
en el camino.
Por eso hoy para
felicitarte
lo hacemos desde tu
pueblo peregrino,
muchas veces,
procedemos con buen tino,
pero hoy no es
posible hacer este camino;
hoy somos reos de
este duro destino
y se apagaron los
cantos y el buen trino.
Madre, nos sentimos
solos ante la epidemia
y te pedimos ayuda
para tanta porfía.
No abandones a tus
hijos Madre mía,
favor te pedimos en
estos duros y tristes días…,
se con nosotros
tolerante ante tanta tribulación,
ayúdanos a seguir
siempre adelante.
Danos luz en este
hermoso día de tu Santo
y en todos los que vengan…,
por los siglos de los siglos.
Ricardo Lalinde López
Inestrillas, 8 de septiembre de 2020
AMANECER OPTIMISTA
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