AÑO VIEJO, AÑO NUEVO (20-21)
Como perro que manosea y esconde
bajo la tierra floja de un ciprés alto,
como gusano de doce anillos
de sol y sombra, calor y frío
gateas, a rastras Año, tus últimos días
con tiritas pegadas en la cabeza
y en la rodilla mísera venda,
saldo fin de año de la pasada contienda.
Cada día recojo
la hierba cortada
con el rastrillo de oficio,
despejo el pelo junto a la oreja
para tener el oído atento,
la ocasión, el bolsillo, el empeño
y aunque a media alforja
los días han cumplido un año.
Un año entero, sumo
y sigo,
celebro las sumas,
los minutos.
¡Añadir lo bueno es
el misterio
de la felicidad! Petardos, fuegos,
ruidos, bailes, júbilos, silbidos,
cohetes de varilla fina en estampida
cabeza de chispa explosiva
con el don de esparcir ilusiones
de otro año trescientas
sesenta y cinco centellas de alegría!
¡Viva la fiesta
con champán de burbujas
la copa de sueños siempre llena,
vacío en la vieja, las últimas lágrimas
disueltas por fortuna o desgracia
en el mar de la vista que entra.
¡Adiós! Te
deshaces estrella.
Una nova
reluciente nace.
¡Adiós! Demacrado
de heridas
doce campanadas anuncian
tu sentencia de condena.
Da paz año
revoltoso
y ni se te ocurra echarle el lazo
al nuevo joven, tierno, ágil.
BienvenIiiiiidos anhelos
nuevos
en danza de gala, carrera de fondo,
y no empieces corriendo
que uno ya está muy crecido.
¡Crecido, hecho polvo,
arrugado!
Con paso seguro, sin descanso
torearé otra vez a este año incipiente
como a una vaquilla desde el ruedo,
y si las fuerzas fallan, desde la grada
porque el espectáculo es eterno.
¡Seguir y no parar!
Seguir y no parar
mientras el cuerpo aguante.
Cuadro al óleo 122X100 y poema de
José Mª Fdez. Lozano
(Arte conceptual)