Felicitación Navideña y Nuevo Año
Para los buenos momentos, gratitud
Para los malos... mucha esperanza.
Para cada día. una ilusión.
Y siempre... felicidad.
Que nunca te falte un sueño por el que luchar,
Un proyecto que realizar,
Algo que aprender,
Un lugar a donde ir
Y alguien a quién querer.
En pocas horas, cierras un volumen más del libro de tu vida.
Tenía 365 páginas.
Dios te lo puso entre las manos, podías hacer con él lo que
quisieras.
(Virus Rondando sobre Belén)
Ya lo has escrito, ahora es de Dios.
Es un libro misterioso, que, en su mayor parte,
la más interesante, no puede leerlo
nadie más que Dios y tú.
Ahora que ya lo has escrito, ya no puedes corregirlo.
Ha pasado al dominio de la eternidad.
Ahora es de Dios
Pero puedes hojearlo despacio.
Dejar pasar sus páginas por tus manos y por tu conciencia.
Es un drama apasionado en el que
El primer personaje eres tú.
Tú en escena con Dios, con tu familia,
Con tu trabajo, con la sociedad, con la comunidad.
Lee también aquellas páginas
Que nunca quisieras haberlas escrito.
No... no intentes arrancarlas, es inútil.
Ten valor para leerlas, son tuyas.
No puedes arrancarlas, pero puedes anularlas
Cuando escribas el siguiente libro.
Si lo haces, Dios pasará éstas de corrida
Cuando te lea tu libro en el último día.
Reza hoy sobre tu libro viejo.
Tómalo en tus manos, levántalo hacia el cielo
Y dile a Dios sólo dos palabras:
¡Gracias! ¡Perdón!.
Hoy te da Dios otro libro nuevo.
También con 365 páginas.
Completamente blanco y nuevo.
Es todo tuyo y vas a poder escribir en él lo que quieras.
Pon tu nombre y el de Dios en la primera página.
Y después dile que no te deje escribir sólo.
Que guíe siempre tu mano y tu corazón.